Juventud


El joven no es un huésped, ni un extraño, ni un descabellado... Es una nueva promesa, un nuevo amanecer, un nuevo hallazgo...

Zenaida Bacardí de Argamasilla

Los jóvenes son como las plantas: de los primeros frutos se ve lo que podemos esperar del porvenir.
Demócrito

Tal vez algún día dejen a los jóvenes inventar su propia juventud
Quino

domingo, 28 de febrero de 2010

Las Redes Sociales ayudan a retratar el desastre de Chile

http://internacional.eluniversal.com/2010/02/27/int_ava_redes-sociales-ayuda_27A3499371.shtml

Las redes sociales una vez más pasaron a ser una herramienta más en la cobertura del terremoto de entre 8,5 y 8,8 grados que azotó hoy a Chile.

Tal como ocurrió en las pasadas elecciones presidenciales, los medios de comunicación fomentaron el uso de Twitter, Facebook y comentarios en páginas de Internet para abarcar la mayor parte de las zonas afectadas, destacó DPA.

"Las calles están llenas de vidrios y hay balcones colgando en el centro de Santiago", se leía en el "twitteo" en pantalla del canal estatal TVN, mientras el ministro del Interior anunciaba el aumento a 82 personas muertas debido al terremoto.

Datos como la cantidad de gente en las calles, descripciones de las éstas y una especie de termómetro del estado de ánimo de los chilenos han aparecido en las líneas que comienzan a colapsarse. 
(....)

Una vez más, queda demostrado que las redes sociales tienen muchas más aplicaciones de las que conocemos y usamos habitualmente, y pueden servir, como en este caso, para narrar y saber, de primera mano, lo que verdaderamente ocurre en una catástrofe como esta, y permite que la información llegue a nosotros sin pasar por el filtro de los medios de comunicación, que a menudo alteran y censuran hechos y datos a su antojo. Las redes sociales nos comunican con el mundo exterior, más allá de lo que nos llega por la televisión, y nos hace estar más informados y ser conocedores de nuestra realidad, y por lo tanto, ser menos vulnerables a la manipulación, a la que estamos continuamente expuestos.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Presentación

Muy buenas a todos!!!

Me llamo Tamara Toribio, tengo 16 años, soy de Malagón y estudio en el IES Estados Del Duque. Durante estos días he estado subiendo al blog mi opinión sobre los distintos temas que nos plantean en el concurso de Cortes Jóvenes de Castilla La-Mancha y he decidido que ya ha llegado el momento de presentarse.

Estudio 1ºBHumanidades. Mis aficiones son: la música (toco el piano y el clarinete) el teatro (estoy en una compañía de teatro local) la danza (estudio ballet clásico, contemporáneo, flamenco, escuela bolera, moderno...) y el fútbol (aficionada al Atlético de Madrid y jugadora de un equipo de fútbol sala en mi pueblo) En mi tiempo libre, aparte de practicar y de ir a clases, me encanta el cine, la música clásica, los libros de aventuras, las obras de teatro y escribir historias (www.flogup.com/stories).

Me presenté a las Cortes porque desde un primer momento, escribir los artículos supuso un reto para mí y no quería que quedaran en el olvido. Yo ya había escrito antes, pero nunca sobre temas tan actuales como los propuestos en el concurso. Tuve que esforzarme mucho para que me quedara un trabajo que me gustara lo suficiente (suelo ser muy exigente conmigo misma) y una vez que lo conseguí, me pareció absurdo no presentarlo, pues sabía que tenía ideas buenas y quería que los demás jóvenes las conocieran. En mi clase salí elegida porque fui la única que me presenté, así que no tuvo mucho mérito. En la fase del centro tuvimos que hacer una exposición de nuestros blogs delante del resto de Bachilleratos y, aunque yo ya había hablado antes en público, me puse algo nerviosa. Me enfrenté a otros tres estupendos candidatos: Bodgan, Álvaro y Raquel. Yo fui una de las elegidas por mis compañeros para representar a mi instituto y estoy muy orgullosa de ello, a pesar de que hubiese preferido otro sistema de elección más justo y objetivo, pues hubo gente muy buena que se quedó fuera.

En definitiva, espero que os guste mi blog y sobretodo, que me agreguéis para que pueda conoceros a todos los que os presentáis al concurso y podamos entablar relaciones e intercambiar opiniones.

Un saludo.
Tamariru

lunes, 8 de febrero de 2010

Estrategias para la inclusión de todo el alumnado en los centros

Desde que se impuso la educación obligatoria en nuestro país, los centros escolares han avanzado notablemente respecto a la formación selecta de unos pocos privilegiados que había antes. Pero esto también ha llevado a grandes problemas de "overbooking" en algunos colegios e institutos. Además, la llegada masiva de inmigrantes a los mismos ha supuesto un gran problema, pues, en algunos casos, son más los alumnos solicitando educación que los recursos que existen para ellos.

Esto ha significado, entre otras cosas, que las clases tengan una cantidad de estudiantes superior al adecuado para poder enseñar y aprender tranquilamente, por lo que empeora la educación y crea un ambiente de tensión entre alumnos y profesores. Para mejorar esto se deberían suministrar más plazas a los profesores y crear más aulas, reduciendo así el número de estudiantes por clase.

Además, sobretodo en los pueblos, hay un claro caso de abandono en Bachillerato en el instituto propio para cursarlo en otra ciudad, ya que no se ofertan todas las asignaturas y especialidades posibles. En el particular caso de nuestro instituto, no existe la posibilidad de cursar un Bachillerato de Artes o de estudiar algunas asignaturas (por ejemplo, Música) lo que hace que muchos se marchen a otros centros, normalmente los de la capital, y esto también supone un gran problema para ellos, dado que, aparte de los alumnos habituales, tienen que asumir a todos los que llegan de los pueblos vecinos.
Y no solamente estos jóvenes se marchan porque no tengan posibilidad de cursar lo que quieren, sino porque muchos padres (y también algunos jóvenes) consideran que la educación de Bachillerato en una gran ciudad será mejor y tendrá más calidad que en un pueblo, e incitan a sus hijos a estudiar en otro sitio. Este pensamiento, en mi opinión, es poco verídico y fiable, pues la calidad de los profesores no varía, aunque sí tal vez el ambiente y la seriedad de los propios estudiantes.

Pienso que los jóvenes que vivimos en localidades pequeñas deberíamos, al menos, tener la posibilidad de adquirir la especialización que nosotros queramos en nuestro lugar de origen, ya que la educación es un derecho de todos. Diferente es que, finalmente no exista el "quorum"
necesario para crear una clase y entonces sí tengan que desplazarse dichos alumnos. Pero la opción debería darse siempre, por obligación.

También encontramos en los colegios e institutos numerosos problemas de integración de algunos chavales, como por ejemplo, los discapacitados. En algunos centros todavía no han adaptado las infraestructuras para ellos y ésto supone un gran impedimento para que estos chicos puedan estudiar. Todos se deberían equipar con rampas, ascensores... etc. Y en el caso de los discapacitados psíquicos, facilitarles clases de apoyo y atenciones especiales.

Otro claro caso (y el que más vivimos en mi centro) es el de los inmigrantes, que llegan a España, la mayoría de ellos sin conocer el idioma, el país, las asignaturas, la cultura y, sobretodo, sin tener amigos ni nadie que les ayude. En otros casos, sobretodo en los musulmanes, el respeto por su cultura, muy diferente a la nuestra, supone también un problema, como el uso del velo o el hijab en los colegios o el respeto del mes del Ramadán y la prohibición de algunas religiones a tomar ciertos alimentos que se dan en los centros donde se facilita un comedor escolar. Pienso que su integración pasa por la concienciación al resto de alumnos de lo importante que es el respeto a otras culturas, y facilitarles, por ejemplo, (siempre que haya un número de alumnos suficientes) la asignatura de religión musulmana, o un menú determinado para ellos a la hora de las comidas, o clases para el conocimiento de la lengua y de la cultura española.

Es tarea de todos que cada vez estos compañeros extranjeros estén más integrados, pues es beneficio común que los hijos de inmigrantes consigan una educación notable y trabajen eficazmente, porque ayuda a aumentar el nivel económico y social del país y el enriquecimiento cultural del mismo.

Europa, lugar de oportunidades para los jóvenes


Desde su creación, hace ya más de 16 años, la UE, a través de diferentes iniciativas, ha alcanzado numerosos logros para el continente europeo y sobretodo para los países que forman parte de ella. Uno de los más importantes es que se ha conseguido abrir el mundo a l
os jóvenes. Antes era impensable que un estudiante común, sin posibilidades económicas ni un talento sobrenatural, pudiera traspasar la frontera y los límites de su país para alcanzar nuevas metas, nuevos horizontes, conocer otras formas de vida y culturas… Todo esto se ha hecho realidad, por ejemplo, con el programa ERASMUS, que tras 22 años en funcionamiento, ha conseguido que los jóvenes tengan la oportunidad de extrapolar sus conocimientos y adquirir experiencias que posteriormente son enormemente útiles para la vida profesional. Numerosas son las becas que cada año se reparten por las ciudades, los pueblos, los institutos, las universidades... de intercambios con otros países, becas de estudio de lenguas extranjeras para las vacaciones en otros lugares, etc.
Es cierto que, desde la misma Unión Europea se está intentando que la juventud sea una etapa no de inestabilidad, indecisión o inmadurez (lo que podríamos llamar vulgarmente “edad del pavo”) sino un periodo en el que se recojan experiencias vitales, se cometan errores y se adquiera madurez antes de saltar al mundo como ciudadanos “modernos y europeos” . Es de valorar el esfuerzo que se hace año tras año para impulsar a los jóvenes hacia el futuro, sobretodo en una sociedad en la que cada vez la juventud está más degradada, empobrecida en valores, contaminada, consumista, independiente, egoísta y, en algunos casos, olvidada por sus propias familias y profesores. Ahora, estamos hablando de la Unión Europea en general.

Cuando hablamos de España en particular (u otros países “segundones" de la UE) como país perteneciente a la Unión Europea y que, por tanto, sus jóvenes deberían tener las mismas condiciones que el resto, la cosa cambia.

Aunque aquí también llegan becas, programas ERASMUS y todas estas cosas, el problema es mucho más profundo y de raíz. Debido al enrarecido ambiente político en el que vivimos diariamente, carecemos de un acuerdo en cuanto al modelo educativo que hace perder puntos a algunos jóvenes en cuanto al resto de Europa. Y es que nosotros somos los que más sufrimos la inconsistencia y el vaivén de los constantes cambios que sufre nuestro país en este aspecto cada muy pocos años. Porque, aunque muchos no quieran reconocerlo, siguen existiendo diferencias de gran magnitud entre los mismos países de la UE, y por tanto, también entre los jóvenes de éstos, ya que son el reflejo de la situación de cada estado. No hay más que mirar a un joven para ver en qué situación se encuentra el país al que pertenece. R.Unido, República Checa, Bélgica, Francia… son países más prósperos en materia educativa que, por ejemplo, España. ¿Significa esto que los jóvenes ingleses serán más inteligentes o aptos para la investigación, el avance, la tecnología en el futuro, que los jóvenes españoles? ¿Que tendrán más oportunidades a la hora de encontrar trabajo en el extranjero? ¿Que serán ellos los futuros premios Nobel y nosotros quedaremos relegados a un segundo plano, a pesar de tener las mismas o mejores aptitudes que ellos? Desgraciadamente, es así.
 

En España los jóvenes no somos futuro, avance, progreso… sino un mero problema social, a los que hay que marear con leyes educativas distintas cada pocos años, con cambios en todos los ámbitos de nuestra vida, con prohibiciones absurdas que no erradican el problema de raíz, sino que lo bordean para ver si “cuela” entre los padres y se consigue algún voto más (véase el caso del consumo de alcohol o el aborto en menores)
Pretenden conducirnos aborregados hacia un mercado laboral que cada vez se pone más complicado para nosotros: el mercado laboral europeo. Porque nos sacan ventaja. Considerable además. En este momento la mayoría no podemos competir con el resto de los compañeros europeos. ¿O sí?

Ya que la UE apoya tanto a los jóvenes (exteriormente) con becas y viajes de estudios, podría también indagar dentro de cada país y buscar una solución para los jóvenes de los “países segundones” de la Unión Europea, y plantear de una vez por todas una ley educativa y social válida y aplicable a todos los europeos. Porque si el mercado y los puestos de trabajo se extrapolan a Europa, también debe hacerlo la educación, para que exista una competencia realmente sana y que lleguen a la cima no los que hayan nacido en un país u otro de Europa, sino los más válidos, aptos y capaces de encontrar soluciones y de avanzar.

Los jóvenes debemos ser el motor de la nueva Europa. Al fin y al cabo, está siendo creada para nosotros. ¿Por qué no vamos a poder participar en su creación?

Beneficios y perjuicios de las redes sociales

El desarrollo de las TIC en los últimos años nos ha permitido a los seres humanos facilitar nuestra vida diaria,el trabajo, la comodidad, el ocio, etc. Pero lo que más ha favorecido este avance es, sin duda, la comunicación entre las personas. Y esto es precisamente lo que nos permiten las redes sociales: relacionarse. Mantener el contacto con los ya conocidos y entablar nuevas amistades con intereses comunes, interactuar y compartir contenidos, son algunas de las ventajas que tienen las nuevas redes sociales, dentro de las llamadas Webs 2.0




La información vuela de un sitio para otro en estas páginas. Y por lo tanto, si tenemos un perfil personal en una red social (llámese Tuenti, Facebook, Fotolog, Youtube...) cualquier persona de todos los puntos del planeta puede tener acceso a esa información y hacer un libre uso de la misma, lo que supone uno de los grandes inconvenientes de las redes sociales: la invasión de la privacidad. Muchos usuarios (sobretodo la gente más joven) no toma precauciones suficientes a la hora de difundir información personal y estos descuidos pueden llevar a problemas como la pedofilia, la pornografía infantil, amenazas, robos…
Además, muchas empresas han reconocido que utilizan las redes sociales para vigilar la vida personal de sus trabajadores, lo que provoca numerosos despidos.
Las redes sociales crean también un desequilibrio social entre los que tienen acceso a la tecnología, a la información y a las mismas redes, y entre los que no pueden permitirse tal acceso, y puede llevar a casos de discriminación y acentuar más las diferencias que ya existen en el mundo.

Pero el principal problema que, bajo mi punto de vista, tienen las redes sociales es sin duda, la adicción. Y es que, paradójicamente, la gran ventaja de estas redes es que favorecen la comunicación y las relaciones (de ahí su denominación "red social") y el gran problema es el deterioro de las relaciones personales en nuestro entorno, principalmente en la familia. 

Porque tendemos a comunicarnos cada vez más por el ordenador y perdemos viejas y sanas costumbres como quedar con los amigos, hacer deporte, leer…
Aunque los grandes perjudicados en este aspecto son sin duda, los padres. En las familias actuales reina, por lo general, la incomunicación entre sus miembros. Cada vez los jóvenes se hacen más independientes dentro de su propia casa. Viven por y para el ordenador y dependen exclusivamente de él para relacionarse con los demás. Y los padres, resignados, permiten que sus hijos se encierren en su habitación y pasen horas y horas en Internet, sin controlar qué hacen, en qué tipo de páginas están metidos y sobretodo, qué hacen público de sus vidas privadas. Numerosos son los casos que conocemos de niñas secuestradas por violadores que se dedican a controlarlas a través de su red social, o la utilización de las fotos que cuelgan para fines publicitarios o pedófilos. Por este motivo, los padres son la base de la pirámide para luchar contra estos problemas. Deben controlar diariamente a sus hijos, ponerles límites, obligarles a hacer otras cosas, facilitarles actividades con las que entretenerse como la lectura o las actividades extraescolares. Bien es cierto que los mismos padres carecen de la información necesaria sobre estos peligros y sobre las tecnologías en general. Estamos viviendo una generación en la que los hijos estamos mucho más adelantados en cuestiones informáticas que los padres o los profesores. Y esto es una responsabilidad que acarrea directamente al Estado, que tiene la obligación de promover cursos educacionales y didácticos gratuitos para los adultos, y mostrarles cómo pueden controlar el mundo informatizado, virtual y a veces peligroso en el que viven sus hijos.
Además, la adición a las redes sociales conlleva el deterioro del lenguaje, tanto oral, que cada vez se utiliza menos y el escrito, pues se descuida la redacción y la manera de escribir, con el llamado fenómeno SMS y el olvido casi total de la lectura.

Los propietarios de las redes sociales tienen el deber y la responsabilidad de colaborar para que éstas mejoren y los peligros a los que se ven expuestos sus usuarios, se anulen. Propongo que se instale un filtro de edad REALMENTE EFICAZ en todas las redes sociales, por obligación, y que los menores de edad que se les permita usar estas redes, sean controlados y se vean obligados a informar a los padres de la existencia de dicho perfil, proteger la privacidad y los datos personales, sin posibilidad de venderlos para fines comerciales y que cada usuario controle quién ve su perfil.





En definitiva, pienso que las redes sociales son positivas para nuestra vida diaria pero como siempre, todos los extremos tienen vicio y se deben usar con moderación, sin descuidar otras formas de pasar el tiempo más educativas y sanas. Además, se debe mejorar continuamente dichas redes para evitar peligros y consecuencias graves para todos los que, como yo, hacemos uso de las mismas.


domingo, 7 de febrero de 2010

La solidaridad entre los jóvenes

¿Existe solidaridad entre los jóvenes?

La mayoría de los adultos son escépticos ante esta cuestión. De nosotros solo se recuerda la imágen del vandalismo, de la diversión sin límite, de la locura, de la ley del más fuerte...
Pero nuestro mundo, al contrario de lo que la mayoría de la gente piensa, no está totalmente dominado por el alcohol, el tabaco, las drogas, la violencia... En algunos casos, existen valores, como la solidaridad, que se manifiesta de distintas maneras en cada uno de nosotros, dependiendo de la personalidad y los recursos que se tengan.
La juventud se encuentra en un punto intermedio entre el egoísmo de cuando somos pequeños y queremos ser los más importantes y vivimos totalmente ajenos a los problemas de los demás, y la vejez, donde en la mayoría de los casos, piensan, como los niños, en llamar la atención de alguna manera para no ser olvidados y morir en paz, pues, desengañados porque no consiguieron cambiar el destino de mucha gente cuando, en su momento, lo intentaron, y desencantados por el trato de la vida y del tiempo, no se sienten en deuda con el mundo y, por tanto, tampoco entre los que habitamos en él. 
Y nosotros, jóvenes, adolescentes, siempre en el medio, sin un lugar fijo, sin un modelo determinado, al crecer, comenzamos a ser conscientes de los graves problemas sociales que existen y nos enrabieta que constantemente nos pidan solidaridad y que no se den cuenta de que nosotros, en apariencia, no podemos hacer nada.

Pero esto no es del todo así. Existen muchos jóvenes en el mundo que intentan demostrar que, a pesar de no tener muchos  recursos y posibilidades económicas, todos podemos ayudar, haciendo lo que mejor sabemos, lo que más nos gusta o simplemente, buscar una excusa para hacer felices a los demás. Y esto lo digo con conocimiento de causa y experiencia personal, ya que participo en grupos culturales de jóvenes (de teatro, venta de productos, danza, música) cuyas actuaciones son siempre con fines solidarios y nunca utilizamos el dinero que recaudamos para nosotros mismos, a pesar de que carecemos de subvenciones. Colaboramos en todo lo que nos piden, estamos horas y horas ensayando, sin recibir más que la satisfacción de que haremos a la gente disfrutar y ayudaremos a los que más lo necesitan. Pero la solidaridad, como ya he dicho anteriormente, también se ve en otros aspectos de la vida de los jóvenes, por ejemplo, en aquel que ofrece su amistad a un inmigrante que acaba de llegar a España, en los que se acercan a los marginados y a los que no tienen amigos o en quién intenta ayudar a un compañero que pasa dificultades, que sufre la pérdida de algún familiar, o tiene algún problema físico o psicológico.

Como demuestran las cifras, la solidaridad no entiende de edades. Concretamente, tres de cada cinco componentes de ONG's solidarias como Cruz Roja y Manos Unidas eran menores de 25 años en 2009, según el Instituto Nacional de Estadística.


Y es que, como dice un buen amigo mío, Álvaro Esteban, la solidaridad no entiende de edades, sino que es algo con lo que se nace, y si alguien es solidario, lo será de joven y de adulto. Es una reacción a las señales de enfermedad que nos da el mundo. Los hay que ignoran estas señales y los hay que se implican con los problemas de la tierra en la que vivimos y de nuestros semejantes.

Bien es cierto que, desgraciadamente, todo esto también tiene su otra cara y es la pérdida total estos valores en una gran parte de la juventud actual, sin más pensamiento que el de su propio beneficio y diversión, el odio, el rencor y una forma de actuar dirigida siempre según los intereses de cada uno. 
Esto se debe, en mi opinión, al ambiente educacional que vivimos los jóvenes en nuestros días. ¿Qué va a pensar un chaval que ve como en su propia casa, su padre habla continuamente de que deberían echar a los inmigrantes del país, puesto que les quitan todos los puestos de trabajo? ¿o otro joven al que le meten en la cabeza que para qué vamos a colaborar con Haití si el dinero "se lo quedan los curas"? ¿y aquel al que televisión y la publicidad le incitan al consumismo, a poseer cada vez más, y que le dicen que el camino para lograr la felicidad es tener unas deportivas Nike, beber Pepsi, un ordenador Toshiba de última generación y un móvil multimedia con tecnología 3G? ¿acaso no conviene para la situación económica de los países más ricos que los jóvenes seamos egoistas y consumamos, pidamos y ansiemos cada vez más para nosotros? ¿como no vamos a ser insolidarios si nadie nos ha enseñado ni mostrado que la verdadera felicidad se encuentra en que una acción tuya sea capaz de provocar la sonrisa de una persona que lo pasa mal y que no ha tenido la suerte que tenemos nosotros?

La solución está clara: concienciación. Promover las actuaciones solidarias entre los jóvenes es tarea de todos. Se debe inculcar valores, desde las familias, pasando por los profesores y terminando entre nosotros, el grupo de amigos.
Intentar, de alguna manera, concienciar a las nuevas generaciones que el mundo no es sólo lo que conocemos nosotros o lo que nos quiere enseñar la televisión. El mundo es duro, el mundo es desigual y cruel y realmente, hay muchísima gente que lo pasa mal. Lo que tenemos nosotros no es "lo normal".  Somos tremendamente afortunados, simplemente, por tener padres, por poder comer, por tener escuela... ¿o acaso pensáis que, porque todos nuestros amigos lo tengan, también lo tiene el resto del planeta? No conocemos otra cosa y tal vez por esto no somos conscientes de que todo lo que se nos ha dado es pura suerte. Nuestro único mérito es haber nacido aquí y no en Haití.

Debemos darnos cuenta de que nosotros tenemos en nuestra mano cambiar el mundo. Variar, por una vez, la tendencia negativa. Demostrarles que mienten cuando dicen que la sociedad se va al carajo con las nuevas generaciones.
Si cada uno aporta su granito de arena... y pone a disposición de los demás lo mejor que tiene, lo mejor que sabe hacer, podemos eliminar la pobreza, la injusticia, el racismo, la discriminación… Solo dos palabras: tolerancia y compromiso.